viernes, 7 de octubre de 2016

Los velos carnales permiten que la ilusión del control de la humanidad en manos de los que ostentan temporalmente el poder en la tierra, se revista de realidad a los ojos materiales incapaces de vislumbrar vibraciones mas sublimes incapaces de ser apreciadas por aquellos que fijan sus intereses en la misma materia que les hará perecer sus fantasías.

Sin embar

Nuestro fardo carnal aprecia la ilusión del control de la humanidad en manos de los que ostenta el poder temporal en la tierra, a pesar que la ley escrita en nuestra consciencia nos dicta que hay supremo en el universo cuyas leyes mantienen la armonía celeste.   Pléyades espirituales  que trabajan bajo el comando directo del regente planetario, el Cristo Jesús, hacen su mejor esfuerzo para evitarnos los males que nos autoprovocamos por nuestro descuido moral.  

Son esos mismos bienechores espirituales, los que amparados en los principios fraternos de colaboración y bondad, nos brindan a todos los Colombianos la responsabilidad histórica de llegar a un proceso de paz que satisfaga la mayoría, pues hay incrédulos sistemáticos cuya vibración empieza a rechazar el planeta y que asumirán el fruto de semejante siembra. 

El mandato de la espiritualidad superior

lunes, 26 de septiembre de 2016

EL SI Y EL NO....

La historia de Colombia esta caracterizada por una guerra cuya causa se enquista en la crueldad de aquellos que no reconocen como iguales a quienes disienten de sus credos. La causa no es el conflicto, expresado como la diversidad en la lectura de la realidad, cuya existencia es inherente al ser humano.   El conflicto siempre ha existido y estará vigente en todas las agrupaciones humanas, sean comunidades, países o continentes. Es natural tomar partido, pero es un acto de violencia el no reconocer el derecho de los demás a hacer lo propio, como también lo es, el desconocer el respeto a las ideas ajenas y solo otorgarlo a las que emanan de nuestras limitadas percepciones.  Cada elemento discordante, es un obrero en la construcción de la realidad y su visión constituye múltiples elementos que hacen el panorama de la "realidad" más completo pero jamás absoluto.
En ese panorama de diversidad, respetando todos los puntos de vista, es indispensable romper viejos paradigmas o mejor reemplazarlos por unos por lo menos en algo mejorados.   Creemos que quien esta del otro lado esta totalmente equivocado, que nosotros tenemos la razón y debido a la ceguera auto inflingida fruto de la exaltación del ego,  con la cual vemos solo nuestra posición, tratamos de imponer nuestra verdad al otro grupo que se ocupa de hacer exactamente lo mismo, en una discusión bizantina que escala rápidamente en adjetivos peyorativos y ofensas que aumentan de calibre con el paso de los días.   Abramos nuestra consciencia para discernir que los elementos vibratorios deletéreos que surgen de semejantes confrontaciones, son material psíquico o energía mental que busca su canal de drenaje en lo que llamamos guerra.  Las confrontaciones bélicas, no son más que la forma como se transforma esa energía potencial creada por las masas en confrontación en el dínamo de la violencia en nombre de la paz o con la búsqueda del bienestar de los que tienen más fuerza ejerciéndola irracionalmente para imponer su razón; que paradoja.   La guerra es la incoherencia llevada a su máxima expresión y que germina del resentimiento y el odio que emana de corazones belicosos que se esconden en el anonimato de la emisión de pensamientos desequilibrados que visualizan la aniquilación de sus contra partidarios.  Esa ha sido la génesis de todas las guerras y por eso hemos llamado Paz a los instantes que separan tales confrontaciones porque no hemos llegado al punto donde la hagamos inviable para encontrar la verdadera definición de la manoseada palabrita representada por una paloma con una rama de olivo en su pico.
Nuestro pueblo y sus demagogos gobernantes, utilizan herramientas populistas para generar polarización para que unos y otros dejen de examinar sus fracasos mientras el pueblo se trenza en confrontaciones dialécticas como antesala al diálogo ensordecedor de los fusiles.   Hay por supuesto en todos los gobiernos frentes exitosos y personas comprometidas, pero los mandatarios carecen de la altura moral requerida para comunicar apropiadamente los alcances del plebiscito y sus diferentes opciones.  Se apropian indebidamente de la palabra paz, mientras siguen sin conocer su significado los niños que mueren por desnutrición en la guajira, muchos otros colombianos que sucumben bajo el yugo de grupos armados ilegales y hordas de delincuentes comunes cuyas actividades hostiles no reflejan en la cotidianidad del ciudadano de estas tierras suramericanas la tan esquiva paz.  Lo que se aprobará sera la paz? No será el fin del conflicto armado con un grupo cincuentenario?  Ser asertivo no le resta importancia al evento final de las Farc, el cual espero nos permita ver crecer a nuestros hijos y que ellos vean morir a sus padres de viejos y no a estos últimos enterrar a los primeros con una bandera o recogerlos años después en fosas comunes.  Sin embargo, la asertividad requiere gobernantes cuyas almas sean más grandes que sus intereses mediáticos para sobrescribir la historia mientras zanjan con la polarización y su discurso excluyente las tumbas de la próxima guerra.  Que mientras caminamos por los senderos de la paz, nuestros gobiernos sean la ejemplificación de la coherencia, entre la forma y el fondo.  Que el ideal corresponda a la conducta, a la palabra siempre incluyente y conciliadora.
Se debe aplicar el conocimiento espiritual de pueblos ancestrales que conocen la dinámica de los polos opuestos, las causas y los efectos y también la manera de trascender al limbo en que degenera la desarmonía que es la guerra.  El Yin y el Yan son versiones complementarias que se contienen el uno al otro y son indispensables para generar armonía.  Por lo tanto, cuando nos alejamos de nuestro punto de vista para comprender esa realidad, que somos UNO y que todos somos expresiones diferentes de la misma escencia, entonces la polaridad se rompe para generar la armonía auto sostenible.  Es cuando pasamos de la consciencia primaria que parte del ego, a la consciencia colectiva que emana de la divinidad o como quieran llamarlo (universo, amor, Dios, etc), que la paz es posible porque encuentra una forma amorosa y sostenible de convivir.
Que viva la diversidad, que viva el SI y que viva el NO, pero sea cual fuere el resultado, que viva la PAZ que no es un SI o un NO, sino una ruta continua de aprendizaje, donde florece el respeto, la comprensión y el AMOR.

sábado, 24 de septiembre de 2016